Según Google Maps, partiendo desde Bv. Oroño y Circunvalación hasta Panamericana y General Paz -ingreso a la Ciudad de Buenos Aires por el norte- hay 288 kilómetros por autopista. Se trata de la traza vial más transitada del país, donde se encuentran otros centros urbanos de relevancia y sobre todo, epicentro de una gran actividad industrial y económica. Este fenómeno es estudiado por urbanistas y muchos de ellos sostienen que Rosario y Buenos Aires ya conforman lo que se conoce como una megalópolis, concentrando en poco más de 300 kilómetros de sur a norte a la mitad de la población del país.
La megalópolis Rosario-Buenos Aires, emergió como una región urbana en pleno desarrollo, abarcando las áreas metropolitanas de las dos ciudades principales de Argentina. Con una extensión aproximada de 40,000 km² y una población de alrededor de 20 millones de habitantes, tiene su límite sur en La Plata y extremo norte en la localidad de Puerto General San Martín.
Héctor Floriani, urbanista y futuro director del Ente de Coordinación Metropolitana de Rosario (ECOM), confirmó a InfoFunes que ya se puede hablar de una megalópolis integrada por las áreas metropolitanas de Rosario y Buenos Aires. “El fenómeno de la metropolización es un proceso relativamente reciente, vinculado al notable aumento de la tasa de urbanización posterior a la Revolución Industrial, que tiene más de dos siglos. La expansión urbana y el crecimiento de los centros urbanos marcan esta tendencia, generando nuevas palabras como ‘megalópolis’ para describir el desarrollo de extensas áreas urbanas”, explicó el experto.
En el ámbito internacional, ejemplos de megalópolis incluyen la región de Tokio-Yokohama en Japón y el corredor BosWash en la costa este de los Estados Unidos, integrando ciudades importantes como Boston, Nueva York y Washington D.C. Esta última se extiende a lo largo de más de 500 kilómetros de conurbación casi ininterrumpida.
“Es importante señalar que las megalópolis no siempre presentan una conurbación completa. Algunas áreas metropolitanas pueden estar separadas por zonas rurales o de baja densidad de población, definiéndose por una alta densidad de población total que incluye tanto áreas metropolitanas como zonas menos densas. Este sería el caso entre la Capital Federal y la Ciudad de Rosario”, señaló Floriani diferenciando el contexto local de lo que sucede en otras partes del mundo.
Diferencias clave en las megalópolis:
Conurbación: Las megalópolis con conurbación experimentan una fusión física de las áreas metropolitanas, mientras que aquellas sin conurbación tienen áreas metropolitanas separadas por zonas menos densas. En la actualidad este último es el fenómeno que se da entre Rosario y Buenos Aires.
Densidad de población: Las megalópolis con conurbación tienden a tener una densidad de población generalmente más alta que aquellas sin conurbación.
Forma urbana: Las megalópolis con conurbación exhiben una forma urbana más compacta y continua, en contraste con las que no tienen conurbación, que pueden presentar una forma más dispersa. La última característica se cumple entre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el Área Metropolitana de Rosario (AMR).
“El concepto de megalópolis es clave para comprender el nivel de antropización del territorio y la interacción creciente entre las áreas metropolitanas. Aunque todavía no hay una conurbación completa, existen evidencias de un cambio significativo en la configuración urbana y en las interrelaciones entre Rosario y Buenos Aires”, apuntó Floriani y agregó: “Es innegable que en ese espacio constantemente hay una fuerte interrelación e intercambio”.
En el ámbito de la infraestructura, la megalópolis Rosario-Buenos Aires cuenta con una red de transporte terrestre que incluye autopistas, rutas, ferrocarriles y buses. Vale destacar que concentra uno de los complejos agroexportadores más importantes del mundo. En cuanto a puertos, se ubican en el corredor norte Gran Rosario; San Lorenzo, Puerto General San Martín, Timbúes y Puerto Rosario. Más al sur se encuentran las terminales portuarias de Zárate y el Puerto de Buenos Aires, que juegan un papel fundamental en el comercio. Además, los aeropuertos de Aeroparque, el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en Buenos Aires y el Aeropuerto Internacional de Rosario, refuerzan la conectividad de la región.
En cuanto a movilidad, debería plantearse la necesidad de un tren de alta velocidad o una conexión ferroviaria más eficiente, como cuentan otros países. Sin ir más lejos, el vecino país de Chile presentó recientemente un tren de alta velocidad que unirá las ciudades de Santiago y Chillán a una velocidad de 160 kilómetros por hora. Será el primero de Sudamérica con esas características.
Sin embargo, la megalópolis enfrenta desafíos significativos en su desarrollo, tales como la desigualdad social y económica, la congestión urbana, la contaminación ambiental por la disposición final de residuos, entre otros, y por supuesto, la inseguridad. En ese sentido, los especialistas destacan la importancia de abordar estos problemas de manera conjunta entre los distintos municipios, para garantizar un desarrollo sostenible e integrador largo plazo.
En ese punto, Floriani recalcó la importancia de la planificación estratégica y la coordinación en la gestión de la megalópolis. En este sentido, comentó sobre los avances realizados en Rosario en términos de coordinación metropolitana. Aunque aclaró que por el momento no se trabajará a nivel interprovincial. “Quedan muchas cuestiones por resolver en lo que respecta al Gran Rosario, dentro de los límites de la provincia de Santa Fe”, afirmó.
El crecimiento poco planificado y desordenado de las grandes ciudades argentinas dieron lugar a conurbaciones que plantean un desafío a los distintos Gobiernos. Este fenómeno los empuja a trabajar de manera interjurisdiccional para establecer políticas articuladas. Funes como parte del Gran Rosario y de esa extensa Área Metropolitana, no es ajena y el municipio también debe prepararse para el futuro que ya es presente.
La megalópolis Rosario-Buenos Aires se posiciona como un epicentro urbano y económico en expansión. Con una infraestructura aún precaria en ciertas zonas y desafíos identificados, la coordinación metropolitana emerge como una herramienta clave para garantizar un crecimiento equitativo y sostenible en la región para los próximos años.
Fuente: Diario El Ciudadano y la Región
Por: InfoFunes.com- Patricio De Gaetano