Las facilidades de la ciudad, sin los problemas de la ciudad. Con esa línea podría definirse uno de los datos más significativos que arrojó el último informe del Censo 2022 para Santa Fe: mientras las grandes ciudades de la provincia atenuaron su crecimiento, los bordes metropolitanos incrementaron su población de forma considerable. En líneas generales, las zonas que registraron mayor dinamismo poblacional se encuentran en el centro y sudeste de la provincia, mientras que en el norte, sur y centro oeste de la bota santafesina la tendencia poblacional es decreciente. En su conjunto, durante los últimos doce años la provincia creció a un ritmo menor que el promedio nacional.
Hasta el momento solo se conocían los datos poblacionales por departamento. Pero en las últimas semanas, el sitio oficial del Censo 2022 publicó la cantidad de habitantes de cada una de las localidades de la provincia. Del análisis se desprende que 210 localidades de Santa Fe tienen más habitantes respecto al censo anterior y 153 registraron un decrecimiento poblacional con relación a 2010. En total, Santa Fe incrementó su población en un 11,33 % en doce años, a un ritmo de 8,4 habitantes cada mil por año.
Un relevamiento de la consultora Doxa Data pone el foco en las diez localidades con más habitantes de Santa Fe. Allí se destaca el crecimiento de Reconquista, que creció un 20 % y llegó a los 87.965 habitantes, ubicándose como la quinta localidad más poblada de la provincia. En cuanto al crecimiento, le siguen Villa Gobernador Gálvez (14,1 %), Santo Tomé (13,8 %) y San Lorenzo (10,2 %). Rosario, la más poblada de la provincia, creció un 8,6 % mientras que Santa Fe, la capital, apenas un 3,2 %.
“Reconquista, junto con Avellaneda en el norte provincial, se consolidan como el tercer aglomerado urbano de la provincia, con cerca de 120 mil habitantes. Eso es un dato significativo en términos políticos, productivos y sociales”, sostuvo Roque Cantoia, titular de Doxa Data, en diálogo con Suma Política. “Evidentemente la región ha contado con nuevos atractivos que le han permitido ser depositaria de movimientos migratorios internos. Servicios públicos de mejor calidad, un hospital nuevo, nuevas escuelas y terciarios, que hacen que la población de las comunas cercanas ya no se muevan hacia Santa Fe y Rosario, sino hacia ese sector cada vez más relevante”, evaluó.
Crecimiento metropolitano
Un dato que deja el último censo es que 57 de los 60 municipios que tenía la provincia en 2022 crecieron. Solo Frontera (–7,1 %), Florencia (–5,5 %) y San Vicente (–0,9 %) registraron menos cantidad de habitantes que en 2010. Tres localidades que, a pesar de contar con la categoría de municipio, no alcanzan los 10 mil habitantes que demanda la Constitución provincial.
Pero el dato toma mayor relevancia cuando se analiza que las ciudades de mayor crecimiento son las que rodean Rosario y Santa Fe. El ránking lo encabeza Roldán, que tuvo un crecimiento llamativo: de 14.299 habitantes que registraba en 2010 pasó a tener 30.680 en 2022. Una variación del 114,6 %. Casos similares son los de Sauce Viejo, que pasó de 8.123 habitantes a 14.372 (76,9 %), y Pueblo Esther, de 7.195 a 12.679 habitantes (76,2 %). Le siguen en el listado de los municipios que más crecieron Funes (62,7 %), San José del Rincón (41,5 %), Recreo (35,5 %) y Puerto General San Martín (34,1 %).
“Las ciudades que más crecieron son las que pertenecen a las áreas metropolitanas, tanto de Rosario, como de la ciudad de Santa Fe. Ahí vemos localidades que crecen todas por encima del 30 por ciento, muy por encima de la media. Y eso muestra a las claras que hay una tendencia de trasladarse hacia localidades que están cerca de la gran ciudad, en las que probablemente se pueda apostar a una mejor calidad de vida, sin alejarse de los grandes polos urbanos de la provincia”, analizó Cantoia.
A la misma conclusión llegó un informe del Departamento de Geografías de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), realizado por Gustavo Peretti y Javier Gómez. Los profesores registraron que 105 localidades (29 % del total) tuvieron un ritmo de crecimiento mayor a la media provincial y 47 “al menos duplican” ese nivel de crecimiento. De esos gobiernos locales, 39 son comunas y 8 son municipios. “Estas localidades más dinámicas se localizan mayoritariamente en las regiones del sur y centro santafesino”, destacan en el informe.
En los números, los especialistas advierten “una nítida dinamización de las localidades aledañas a los mayores aglomerados urbanos” de la provincia. Y lo ejemplifican con lo ocurrido en el área metropolitana de Santa Fe y el crecimiento de ciudades como Arroyo Leyes, Sauce Viejo, Recreo y San José del Rincón: en los últimos doce años, de cada 10 habitantes que sumó el Gran Santa Fe, tres pertenecen a la capital provincial, mientras que los siete restantes corresponden al resto de los gobiernos locales de la zona.
“Dentro de la provincia lo que se ve es un patrón bien definido con dos áreas dinámicas importantes: los bordes metropolitanos crecen muy por arriba de la media de la provincia. Eso juega con un bajo crecimiento de los municipios centrales, sobre todo el de Santa Fe, que tuvo una variación del 3 por ciento en los últimos doce años”, explicó Peretti en diálogo con Suma Política. “El Gran Rosario, es decir, toda el área edificada que traspasa los límites del municipio, hasta el 2010 abarcaba 12 gobiernos locales. Eso se fue expandiendo y ahora la mancha urbana alcanza a 17 gobiernos locales”, añadió.
Ante ese panorama, el informe refuerza que ciudades como Rosario y Santa Fe atenuaron sus crecimientos en función de una “corona de localidades que las rodean”, actuando como centros dinamizadores de sus entornos metropolitanos. En concreto, en poco más de una década los santafesinos optaron por vivir en localidades periféricas a las grandes ciudades, que ofrecen una oferta de bienes y servicios similares, aunque con las comodidades y beneficios de ser más chicas.
“Las grandes ciudades desconcentran población a sus alrededores y la urbanización se dilata en conjunto con las disponibilidades materiales, necesidades y modos de vida de la sociedad. Actualmente, ciertos grupos sociales priorizan habitar en entornos amigables con la naturaleza, de mayor tranquilidad y con una mejor calidad de vida, cualidades que se buscan en áreas escasamente pobladas, rurales o naturales. En este contexto, el crecimiento urbano metropolitano adoptó la forma de ampliaciones alejadas de la localidad central y conectadas a través de vías de comunicación, intensificando la movilidad cotidiana que caracteriza a los entornos metropolitanos”, detalla el informe.
Las comunas
En el caso de las comunas, el análisis se complica por su cantidad. Sin embargo, también se pueden sacar algunas conclusiones. Desde Doxa Data lo que detectaron es que las comunas grandes, que tienen entre 5.000 y 10.000 habitantes, en general registraron buenas tasas de crecimiento, una tendencia que se mantiene más o menos estable en todas las regiones de la provincia.
Pero en el caso de las comunas medianas, que cuentan entre 5.000 y 1.500 habitantes, la situación varía según la ubicación geográfica: las comunas que se encuentran en el sur y el norte provincial tienden a perder población, mientras que en la región centro se mantienen estables. En el caso de las localidades de menos de 1.500 habitantes “en general ven retroceder su población en todas las regiones de la provincia”.
“La hipótesis que se puede plantear es que las comunas grandes siguen siendo atractivas para parte de la población. Siguen ofreciendo servicios públicos de calidad como la educación, son lugares donde la seguridad no es un problema como en las grandes ciudades, y al mismo tiempo ofrecen servicios vinculados con la cuestión de la oferta laboral. En cambio, las comunas muy chiquitas, con fuerte incidencia de una vida más rural que urbana, son las que han retrocedido de manera significativa. Lo que no sabemos es si la misma gente que se va de esas comunas migra hacia comunas más grandes, o directamente a las ciudades”, analizó Cantoia.
En una misma línea, Peretti planteó que de los 153 gobiernos locales que decrecieron en población, en su mayoría son comunas pequeñas que cuentan con poblaciones rurales dispersas. Dentro de ese universo, se destacan las localidades de Santurce (San Cristóbal), con 52 habitantes, y San Eugenio (San Jerónimo), con 122, que en el último censo registraron la mitad de los habitantes que en 2010. En total, nueve localidades de la provincia tienen menos de 100 habitantes. “Son pequeñas localidades, pero que experimentaron una sangría muy fuerte”, evaluó.
Al respecto, el informe de la UNL sostiene que mientras en las áreas norte (53 %) y sur (44 %) los gobiernos locales evidencian menos habitantes que en el Censo 2010, en el área centro este guarismo se ubica en torno al 28 %. En ese sentido, el 83 % de las localidades del departamento 9 de Julio registraron mermas en su cantidad de habitantes, seguido por el departamento San Cristóbal, donde el número llega al 68 %. En Vera y General Obligado la disminución alcanza a la mitad de los gobiernos locales.
Nota de Ignacio Cagliero, publicada en Suma Política.