Ciudadanía Metropolitana

Un estudio plantea que una coordinación más sólida entre los gobiernos locales puede mejorar el desempeño del área metropolitana

¿Pueden los cambios en la estructura del gobierno local influir en la prosperidad de las ciudades y áreas metropolitanas  estadounidenses? Marco Di Cataldo, Licia Ferranna, Margherita Gerolimetto y Stefano Magrini analizan cómo el desempeño de las áreas metropolitanas de EE. UU. (MSA) se ve afectado por la creación de nuevos gobiernos locales y el establecimiento de autoridades que fomentan la colaboración de los gobiernos locales Encuentran que una mayor cooperación entre los gobiernos locales aumenta significativamente la prima salarial y la capacidad de innovación de las MSA, mientras que la creación de nuevos condados y municipios perjudica su prima salarial, sin efecto en la innovación.

En la década de 1950, el Área Metropolitana de Sacramento, California, tenía 5 municipios. Hoy tiene 22. De manera similar, en 1950, Atlanta, Georgia tenía 24 municipios; esto ahora ha fruncido el ceño a más de 110. Las reformas que cambian el número y la función del gobierno local y la gobernabilidad se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años. Estos cambios en las estructuras de gobierno local generalmente se realizan para optimizar el proceso de formulación de políticas, brindar mejores servicios públicos a los ciudadanos y, en consecuencia, mejorar la economía local y el mercado laboral. Una de esas reformas institucionales se refiere al número de gobiernos locales (condados y municipios) que operan dentro de las Áreas Estadísticas Metropolitanas (MSA) de EE. UU. Las MSA son regiones que tienen una alta densidad de población y nivel de actividad. Se han creado muchos condados y municipios nuevos en las últimas décadas, a menudo siguiendo cambios en la extensión física de las MSA. Estas variaciones también se deben a que las MSA mantienen su forma sin cambios a lo largo del tiempo, mientras que las comunidades cambian internamente, como en el ejemplo anterior de Sacramento.

Al mismo tiempo, muchas áreas urbanas de EE. UU. han establecido ‘acuerdos voluntarios’ de condados dentro de las MSA, con la intención de abordar cuestiones de coordinación de políticas a escala metropolitana. Estos son los Consejos de Gobierno (COG), también llamados consejos regionales o comisiones regionales de planificación, que se han implementado en una variedad de formas. Muchos COG tienen una larga historia y han evolucionado con el tiempo, generalmente aumentando el papel y las responsabilidades como plataformas de coordinación dentro de las áreas metropolitanas.

¿Cómo afecta la reforma institucional municipal al empleo y la innovación?

En una nueva investigación, hemos utilizado información sobre los cambios en la estructura institucional dentro de las MSA y el momento del establecimiento y extensión de los COG (Figura 1), para examinar cómo este tipo de reformas institucionales han afectado las primas salariales y la capacidad de innovación a largo plazo. Utilizamos una muestra de 330 MSA con más de 100.000 habitantes entre 1950 y 2010.

Figura 1: MSA en la muestra con/sin Consejo de Gobiernos

Encontramos que un aumento en el grado de fragmentación del gobierno local, a través de la subdivisión de áreas metropolitanas en un mayor número de condados o municipios, parece no traer beneficios en términos de salarios más altos y mayor capacidad de innovación. Por el contrario, un panorama institucional más fragmentado se vincula con un peor desempeño de las áreas urbanas, especialmente en términos de productividad. Esta dinámica parece ocurrir especialmente cuando las MSA mantienen su forma constante a lo largo del tiempo, mientras aumenta el número de jurisdicciones locales. Estos pueden ser casos en los que la creación de nuevas jurisdicciones esté impulsada principalmente por consideraciones políticas, con poca o ninguna justificación económica. Además, un panorama institucional más fragmentado parece no afectar la capacidad de innovación de las áreas urbanas.

Una mayor coordinación entre los gobiernos locales ayuda a los salarios

Por otro lado, el establecimiento de instancias institucionales destinadas a coordinar a los gobiernos locales en su proceso de toma de decisiones parece tener consecuencias positivas para las perspectivas de desarrollo de las Áreas Estadísticas Metropolitanas (AEM). La actividad de las instituciones coordinadoras puede incrementar la prima salarial de las MSA, pero sólo si estas instituciones están integradas por representantes de los gobiernos locales que hacen parte de la misma área económica funcional. En este caso, las áreas metropolitanas que establecen Consejos de Gobierno (COG), en relación con las áreas sin COG, experimentan una prima salarial 2.4 por ciento más alta. Al mismo tiempo, el establecimiento de este tipo de arreglo institucional está relacionado con una mayor capacidad de innovación de las áreas metropolitanas. Curiosamente, este resultado se aplica tanto a los COG que solo incluyen miembros del gobierno local de la misma MSA como a los COG que abarcan múltiples áreas metropolitanas. En el primer caso, los COG dan lugar a un aumento de la capacidad de patentamiento del 7,6 %, mientras que en el segundo el efecto es aún mayor, con un aumento del 19 %. Los acuerdos de coordinación entre los gobiernos locales parecen tener efectos estructurales y duraderos en el desempeño de las MSA, ya que estas dinámicas parecen fuertemente persistentes en el tiempo (Figura 2).

Figura 2: Prima salarial y capacidad de innovación de los MSA antes/después del establecimiento de los COG

Nuestros hallazgos ofrecen información importante sobre el papel de las estructuras institucionales para el desarrollo socioeconómico de las áreas urbanas. Reformar la estructura de gobernanza hacia una ‘proliferación’ de gobiernos locales no parece traer consecuencias positivas para las áreas metropolitanas. En todo caso, sus condiciones generales se ven penalizadas por la creación de nuevas entidades institucionales. Este parece ser particularmente el caso cuando la creación de nuevas jurisdicciones locales se abstrae por completo de los patrones de desplazamiento de los ciudadanos de MSA.

Por el contrario, fortalecer los mecanismos de coordinación entre gobiernos locales pertenecientes a un mismo sistema económico funcional contribuye al desarrollo de economías de escala. Además de eso, la coordinación de los gobiernos locales desencadena mecanismos que estimulan la interacción de los agentes económicos locales, que son vitales para el buen funcionamiento de los sistemas de innovación. Debido a la conocida importancia del progreso técnico y la innovación para el crecimiento económico local, esto sugiere que fomentar la cooperación gubernamental en asuntos de interés político mutuo puede ser una herramienta fundamental para impulsar el dinamismo económico general de los territorios urbanos.

Estos resultados son cada vez más relevantes considerando la popularidad que este tipo de reformas institucionales han tenido en los últimos años, en los Estados Unidos y en el exterior. Los formuladores de políticas locales deben ser conscientes de que, si están bien concebidos, los mecanismos de coordinación municipal pueden producir efectos que van mucho más allá de la facilitación de servicios públicos para los ciudadanos, beneficiando el mercado laboral y la economía de las áreas metropolitanas en general. Sin embargo, no todos los esquemas de cooperación municipal tienen esta capacidad. Los mayores impactos parecen acumularse cuando los acuerdos de cooperación preceden a las modificaciones de los límites de las áreas metropolitanas, lo que hace que estas áreas estén más preparadas para tales cambios.

Nota Publicada por los autores del Informe “¿Separados o bailar juntos? Estructura Institucional Local y el desempeño de las Áreas Urbanas” en el Blog de The London School of Economics and Political Science.