Ciudadanía Metropolitana

¿Puede el “viejo” Estado resolver los problemas del Gran Tucumán?

En un territorio pequeño, con más de un millón de habitantes, conviven seis gestiones municipales diferentes pero con desafíos comunes. Visión de futuro y utopía.

Un vecino o vecina de Tafí Viejo puede: salir de su casa, cruzar una calle, pasar por un barrio bajo jurisdicción de Yerba Buena, caminar unas pocas cuadras y dirigirse hacia San Miguel de Tucumán, tomar un colectivo urbano e ir hacia el puente Lucas Córdoba para cruzar en una moto de alquiler hacia Banda del Río Salí, abordar allí un taxi y viajar hacia Alderetes, realizar un trámite e ir a Las Talitas donde se encontrará finalmente con un familiar.

En todo ese recorrido, la cotidianidad del tucumano o tucumana en cuestión dependerá de decisiones de política urbana que hayan adoptado seis intendentes y seis concejos deliberantes distintos.

¿Están preparadas las instituciones estatales para responder a las demandas de este tiempo?, ¿Pueden organizaciones municipales, pensadas para organizar ciudades de comienzos del siglo XX, responder a problemas de un siglo XXI cada vez más complejo y desafiante?, ¿Si para los países las fronteras son cada vez más lábiles, porque no pensar lo mismo para intendencias cuyos limites son solo definiciones políticas? Las preguntas tienen un común denominador y abren un debate largamente postergado para el Gran San Miguel de Tucumán. En ese espacio territorial de poco más de 114 kilómetros cuadrados habitan casi un millón de personas y las decisiones de la vida urbana dependen de espacios institucionales que trabajan en forma independiente, aunque muchas de sus decisiones repercuten en las jurisdicciones vecinas. Esto sin contar la fuerte presencia que ejerce un gobierno central en la provincia, la dependencia que tiene todo el sistema político de lo que haga o deje de hacer la administración con sede en Buenos Aires y el crecimiento de zonas urbanas que siguen siendo comunas rurales.

Documento técnico

A mediados del año pasado, en Yerba Buena, se realizó un primer conversatorio sobre gestión metropolitana. El espacio pretendió abrir la discusión sobre la necesidad de generar acuerdos entre los gobiernos municipales para dar una respuesta consensuada a los problemas que atañen a todo el territorio metropolitano. Entre ellos se incluyó al transporte público, al manejo de la basura, a la provisión de agua y el saneamiento, a los accesos y la conexión por vía terrestre, entre otros. Además del intendente anfitrión, participaron dos más del conglomerado del Gran Tucumán (San Miguel de Tucumán y Tafí Viejo) y otros dos de municipios más lejanos (Concepción y Famaillá). Los otros 15 intendentes no participaron del convite.

La incipiente experiencia, que no tuvo mayores avances en lo institucional, siguió la senda de lo que se viene planteando, sin suerte, en Tucumán desde la década del 90. En aquellos años se produjo una explosión urbana, social y económica que impactó de manera caótica en el desarrollo de las ciudades que rodean a la histórica capital de la provincia. Los datos de los últimos tres censos muestran el crecimiento población en todas las ciudades que conforman este conjunto territorial. Aunque se destaca Yerba Buena, también es evidente el desarrollo de Alderetes, Las Talitas y Banda del Río Salí.

En 2016, se habían confeccionado unos “Lineamientos Estratégicos para la Gestión Territorial del Area Metropolitana de Tucumán”. El trabajo surgió de estudios realizados por expertos de la UNT y técnicos de la Provincia y de la Nación con financiamiento y supervisión del Banco Interamericano de Desarrollo. En más de 100 páginas se pintó un panorama crítico para el crecimiento del conglomerado urbano más importante del NOA y se sugieren líneas de acción para empezar a revertir o prever problemas. El documento está publicado en la página oficial de la Provincia, sin demasiados avances prácticos.

Hace nueve años, especialistas en temas urbanos plantearon que a reconocimiento de lo metropolitano como algo indispensable para empezar a diseñar nuevas políticas públicas. “La naturaleza de los cambios en las dinámicas y tendencias urbanas, se presentan como desafíos para desplegar nuevos consensos en la búsqueda de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del aglomerado metropolitano de Tucumán. Frente a la complejidad, integrar lo disociado requiere una visión a futuro y algo de utopía”, consignaba aquella investigación con una actualidad que parece latente.

Algunas opiniones…

Javier Noguera – legislador y ex intendente de Tafí Viejo:  “Vivimos en una provincia que tiene la singularidad de concentrar en un reducido espacio físico una población muy importante, casi el 70% de sus habitantes en el 5% del territorio provincial. En ese contexto, las ciudades siguen gobernándose como islas cuando deberían tener un gobierno metropolitano. Así lo tienen otros conglomerados de características similares a las nuestras”.

La experiencia comparada muestra que las áreas metropolitanas funcionan mejor cuando las definiciones para un solo territorio están integradas. Lo hicieron Rosario y Mendoza en nuestro país y también Barcelona en España. El gobierno metropolitano es un gobierno regional por encima de los gobiernos locales, que tiene ciertas facultades en temas comunes como transporte público, disposición de residuos sólidos urbanos, los accesos a la megalópolis, etc.

“Nosotros creemos que hay que empezar a pensar en otra agenda. La mancha del área metropolitana va configurándose de manera desmadrada y anárquica, desmontando sobre el pedemonte. Una política metropolitana debería plantear el crecimiento hacia el este. Queremos que el tema se debata. Es claro que esto no se va a cristalizar sin la voluntad de municipios y del gobierno provincial, pero el éxito está en el diseño de su gobernanza, en la manera en que esto se hace eficaz y no se obstruyen ni se entra en conflicto con las competencias locales”.

Luis Lobo Chaklián – Obras Públicas SMT: “Debe haber una decisión política muy fuerte para empezar a diseñar una nueva forma de gestionar al área metropolitana. El problema más complejo que enfrentamos son las asimetrías que presentan los municipios y comunas que conforman este territorio.  Las diferencias son muy fuertes. Hay municipios de primera, municipios de segunda y también comunas rurales que tienen marcadas asimetrías en materia de equipamiento y recursos humanos. Ni que hablar en materia de servicios públicos. Esto puede verse en varias zonas donde conviven problemáticas muy diferentes de demanda social que deben ser atendidas por igual por las administraciones locales. Tenemos que lograr un crecimiento justo. La dificultad más notoria son las asimetrías sociales. Cuando el 45% de nuestra población está bajo la línea de pobreza es muy difícil de trabajar en el mediano y largo plazo. Las decisiones son siempre críticas. Conformar un consejo común para tomar decisiones en el ámbito metropolitano es una decisión que excede a los municipios. Hace falta un acompañamiento de la provincia”.

Franco Marigliano – Concejal Yerba Buena: “La realidad hoy nos muestra un escenario muy complejo en materia de gestión urbana de un espacio como el Gran San Miguel. En Yerba Buena, por ejemplo, hay ordenanzas vigentes que chocan con criterios totalmente diferentes al de administraciones aledañas y lo padece el vecino. Quizás por la diferencia de un alambrado o de  una calle de por medio, la forma de resolver problemas es totalmente diferente. La planificación integral a escala metropolitana es necesaria. En la experiencia comparada siempre hay una ciudad cabecera que es la que empuja al resto. En este caso, es obvio que esa ciudad es San Miguel de Tucumán. Eso no significa que el resto de los municipios o comunas no lo hagan, pero por magnitud de los actores que componen el territorio, la organización está muy clara. El uso de los espacios públicos es una buena forma de marcar una senda de integración. El modelo europeo de planeamiento plantea la formaciones de redes a través de vincular circuitos que unan a las distinta áreas metropolitanas desde lo común. La experiencia en formación del Parque Prebisch es un buen ejemplo. Ese espacio va a nutrirse de usuarios de comunas cercanas y también de la capital”.

Fuente: Diario “La Gaceta”