Ciudadanía Metropolitana

“Hay que lograr que la Cultura Metropolitana se posicione”

Ya no es posible pensar la realidad urbana con ciudades aisladas sino conurbadas. Pero es urgente posicionar la cultura de las áreas o regiones metropolitanas. La creación de la Red Global de Gestión Metropolitana y Regional tiene este como uno de sus propósitos. LA Network dialogó con María del Pilar Téllez, representante de ONU Habitat, sobre esta Red y sus desafíos.

 

La ciudad de Medellín (Colombia) fue escenario de la presentación oficial de la Red Global de Gestión Metropolitana y Regional Capítulo Latinoamérica, una iniciativa promovida por ONU Habitat y compuesta por gobiernos locales, empresarios, académicos, la sociedad civil y por redes que representan a múltiples sectores y cuyo objetivo es trabajar unidos en la consolidación de una cultura y una gobernanza metropolitanas, una figura cada vez más necesaria.

El modelo municipal que definía a las ciudades como áreas aisladas y que, por otro lado, denominaba metrópolis a las megaciudades como Ciudad de México, Sao Paulo o Nueva York, está en obsolencia, porque ya no es posible pensar solo la realidad urbana con ciudades aisladas sino conurbadas.

El inventario global señala que en el año 2020 hay 1934 metrópolis con más de 300.000 habitantes. Al menos 2 mil 500 millones de personas viven en esas metrópolis, lo que equivale a un tercio de la población global. 34 metrópolis han superado los 10 millones de habitantes; mientras que 51 tienen una población de 5 a 10 millones; 494 de 1 a 5 millones; y 1355 de 300.000 a 1 millón.

Las definiciones de ciudades, aglomeraciones urbanas y áreas metropolitanas varían según los criterios legales, administrativos, políticos, económicos o culturales en los respectivos países y regiones. En 2020, la Comisión de Estadística de la ONU avaló una definición global de ciudades para facilitar la comparación internacional. Esta definición contempla la extensión total de una ciudad, incluidas las áreas densas más allá de los límites municipales y define un área metropolitana como una ciudad y su zona de desplazamiento, que consiste en áreas suburbanas, periurbanas y rurales vinculadas económica y socialmente.

Para entender mejor esta nueva realidad y conocer las acciones y el marco de actuación de esta Red, LA Network entrevistó a María del Pilar Téllez, integrante del equipo de asuntos metropolitanos de ONU Habitat.

¿Por qué nace la Red? ¿Cuál es el sentido o la filosofía para crearla?

La necesidad ha venido construyéndose año tras año, con una mirada de ONU Habitat de cómo proceder y mejorar la gestión metropolitana. Y lo que se ha notado en los últimos años, es que, si bien se ha avanzado y se han dado unos pasos en el tema de gestión metropolitana, con una mirada integral que implica gobernanza, planificación, financiación, política metropolitana y proyectos metropolitanos, existen unas limitantes en los países para que esto pueda evolucionar mucho más rápido. Esas limitantes tienen que ver con marcos regulatorios que no permiten formalizar la gestión metropolitana, con mecanismos de financiación que no se hacen para la institucionalidad metropolitana, no hay proceso de descentralización a la escala de metrópolis; los sistemas de planificación de los países no incluyen este nivel territorial como una escala de planificación dentro de todo el sistema nacional de planificación; y los procesos de gobernanza, en muchos casos, si bien están regulados, no tienen una regulación completa que sea clara para el sistema de toma de decisiones en el nivel metropolitano o, en su defecto, no hay regulación de cómo se debe hacer la gobernanza en las áreas metropolitanas.

¿El abordaje de lo metropolitano ya es inevitable?

Hoy estamos con una realidad: a medida que se está urbanizando el mundo, también se está volviendo más metropolitano, e implica entonces también que es necesario que esta diplomacia de ciudades, avance a una diplomacia de metrópolis en donde exista un reconocimiento internacional del valor y de la eficiencia que implica hacer una fiscalización metropolitana para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, que se reconozca dentro de las agendas globales de los marcos regulatorios nacionales, y que existan movimientos y asignaciones constitucionales en los países sobre el tema de la gestión metropolitana. Ese es el propósito de la Red: una plataforma de acción internacional por el desarrollo metropolitano

¿Sobre qué líneas de acción? 

Sobre cuatro cosas: que los sistemas de gobernanza metropolitana sean reconocidos como formales y que la toma de decisiones tenga un poder vinculante en el proceso de desarrollo de política urbana y de planificación urbana; que los marcos regulatorios constitucionales y legales de cada una de las naciones, también entren a regular lo que es la gestión metropolitana; que los sistemas de planificación de los países incluyan la escala metropolitana dentro de un nivel territorial o un nivel territorial propicio para hacer ordenamiento territorial, para que puedan definir cuáles son los usos del suelo, pero con nivel vinculante, no solamente estratégico; y que los mecanismos de financiación que tengan los países impliquen un proceso de descentralización también a la escala metropolitana. Hoy en día los procesos de descentralización de recursos que hay en los países pasan directamente de la nación a los municipios, en donde en los territorios que hay metrópolis, sería mucho más eficiente realizar implementación de políticas y de planes y realización de proyectos a través de un mecanismo de financiación metropolitano y no uno a uno en cada ciudad. Es necesario que exista una diplomacia metropolitana para que agilice eso en el nivel global.

¿Y cómo convencer a los municipios y a las ciudades para que trabajen en equipo, para que sean capaces de cooperar y de generar este sentido metropolitano?

Precisamente este es otro de los pilares de acción de la plataforma de la Red, y es lograr que la cultura metropolitana se posicione y la cultura metropolitana implica que los gobiernos de los territorios metropolitanos tengan la conciencia de la importancia que tiene la cooperación y la integración en la gestión; y también, que rompa los paradigmas de que, por el hecho de pertenecer a un área metropolitana, pierda autonomía en la gestión propia de cada uno de sus municipios. La cultura metropolitana también implica que el ciudadano entienda las responsabilidades y las bondades de vivir en una metrópolis, que es muy diferente a vivir en una ciudad que no hace parte de un aglomerado urbano, y que implica también que hay aportes y corresponsabilidades que tienen que hacer ellos para poder disfrutar de los beneficios que trae vivir en una metrópolis, que son atractores de desarrollo económico y de innovación. Entonces, ese también es uno de los propósitos de la Red que es mover el tema de la cultura metropolitana en el nivel de ciudadanos y de gobierno para que entiendan la importancia de la cooperación y la solidaridad, y pues ahora en medio de este proceso de atención de los retos que trajo la pandemia del Covid-19, fue probado a nivel mundial que donde hubo gobernanza cooperativa, fue mucho más fácil atender desafíos como los que implicó una pandemia.

Y en esa formación de cultura, ¿Qué casos en el mundo son modélicos en términos de efectividad como áreas metropolitanas?

No hay un modelo que uno pueda decir “éste es el exitoso”, pero cada área metropolitana que tiene gestión metropolitana, una gobernanza o una planificación metropolitana, tiene aciertos y desaciertos. Podríamos decir que algunas de las metrópolis más desarrolladas tienen aciertos en gobernanza, pero tienen deficiencias en el tema de financiación; no hay un modelo específico que podamos decir que es completo, pero uno sí podría decir que algunos han avanzado en gobernanza, otros han avanzado en planificación, muy pocas en temas de financiación, que es uno de los grandes retos del desarrollo metropolitano, pero podemos decir que hay unas que tienen fuentes de financiación propias, que ese sería el ideal, generadas precisamente como producto del desarrollo urbano.

Y en este escenario, ¿cómo está América Latina? ¿Cómo está esa capacidad de cooperación, de constitución de áreas metropolitanas para la gobernanza?

Yo creo que en América Latina hemos avanzado en el tema de la gobernanza, en tener unos mecanismos de gobernanza en los territorios metropolitanos y mucho más en los temas de planificación metropolitana, o sea, hay instrumentos de planificación metropolitanos, que vienen siendo ya reconocidos y que tienen algún nivel vinculante para la planificación local y está articulada con la regional y la nacional. La gran deficiencia en América Latina es el tema de la financiación metropolitana, tanto la financiación para hacer la gestión metropolitana, como la financiación para hacer proyectos metropolitanos, ese creo que es uno de los desafíos que tiene América Latina, que los procesos de descentralización de los recursos en los países lleguen a la escala metropolitana.

¿Cuáles son algunas de las acciones o pasos que desde la Red se van a trabajar para convencer a los gobiernos centrales de este proceso? 

Este es un tema que es bastante álgido, precisamente porque son recursos, pero que creo que, si nosotros avanzamos en consolidar el tema de la cultura, es decir, que los políticos entiendan la importancia de la escala metropolitana, eso implica que impacte los marcos regulatorios y los marcos regulatorios dan la opción para que los sistemas de financiación del desarrollo urbano incluyan la escala metropolitana. Es un proceso que apenas iniciamos con el lanzamiento de esta Red Regional para Latinoamérica, pero sí es uno de los puntos importantes para que las áreas metropolitanas que ya tienen gobernanza, que ya tienen los instrumentos de gobernanza como los planes o las políticas, tienen una limitante en la financiación, los tienen, pero para implementarlos requieren financiación. Y lo otro clave aquí, es que los sistemas políticos y regulatorios de los países, también deben estar presionados un poco por la transformación al reconocimiento de la escala metropolitana como mecanismo de eficiencia por los sectores privados, social y académicos; principalmente del privado y del social, los académicos han estado involucrándose mucho más en este tema, pero el privado y el social hay que vincularlos mucho más, y por eso esta es una Red de gestión y no una red de áreas metropolitanas o de instituciones metropolitanas. Porque también eso ha sido un aprendizaje en ONU Habitat, y es que cuando se identifican los hechos metropolitanos o los asuntos metropolitanos que son los que deben gestionarse a nivel territorial, pues hemos identificado que no depende solamente de la institución metropolitana, requerimos que las áreas sociales, que el sector privado se vincule a la implementación y a la gestión de estos hechos metropolitanos. Luego, si tenemos un movimiento integral desde todos los sectores o el reconocimiento de la escala metropolitana como un hecho más eficiente del sistema urbano, creo que vamos a avanzar

¿Cuál es el mensaje para los ciudadanos? ¿Cómo participan en estos procesos de gestión metropolitana, de cultura metropolitana?

Yo creo que este es un tema clave, porque el ciudadano es el que mueve el territorio, es el que decide cómo se usa el territorio. Desde el sector público se puede planear un espacio público, pero el ciudadano es el que le da el uso, y le puede dar el uso de esparcimiento o le da el uso de desarrollo económico, entonces, es fundamental el ciudadano. Por eso insisto en que la cultura metropolitana es clave, pero la cultura metropolitana implica que el ciudadano entienda que, si vive en una metrópoli, tiene que ceder a algunas comodidades que tendría en una ciudad que no sea metropolitana y también tiene unos beneficios. Y, adicionalmente, el ciudadano también está muy ajeno al tema de la gestión metropolitana, usa la ciudad y usa la metrópoli para su beneficio, pero no tiene responsabilidad de participar en los procesos de desarrollo, no piensa en que la ciudad le está prestando un servicio y también tiene que tener una corresponsabilidad, esto implica un cambio de conciencia, pero solamente esto aplica si existe un movimiento detrás poniendo sobre la mesa el tema metropolitano y proponiendo su conversación.

 

 

Autora: María del Pilar Téllez

Fuente: LA Network