Ciudadanía Metropolitana

Debate acerca de los retos del transporte público en la Barcelona metropolitana

El transporte público del área de Barcelona cerró el 2024 con una demanda de 1.165 millones de viajes, 57 millones más que el año anterior. Una cifra récord que supuso un incremento del 7% respecto a 2023, según datos de la Autoritat Metropolitana del Transport (ATM). En un contexto en el que las ciudades y sus áreas metropolitanas concentran cada vez más actividad económica y población, y con la perspectiva de que la tendencia vaya a más, el transporte público emergen como herramienta en pro del fomento de la cohesión social.

En estos términos se debatió en una mesa bajo el título ‘El transporte público como herramienta de cohesión social’, organizada por EL PERIÓDICO, en la que el director general de TRAM, Humberto López Vilalta, y el director general de la ATM, Manuel Valdés, debatieron bajo la moderación del periodista Manuel Arenas sobre algunos de los principales retos que encara el transporte público metropolitano para que el servicio no deje a nadie atrás.

Entre todos los deberes por hacer, resonó de nuevo la conexión del tranvía por la Diagonal. “El tranvía está pensado para acercar a la ciudadanía a la ciudad de Barcelona y para desplazarse por ella”, explicó López, quien enfatizó también que, pese a las buenas valoraciones que recibe el sistema de transporte público que dirige, la satisfacción de los usuarios que lo usan habitualmente “no está completa en cuanto a que para realizar según qué desplazamientos el trayecto queda interrumpido”.

Por ello, “la conexión del tranvía en Barcelona dará sentido a todo un trabajo que se ha hecho durante mucho tiempo poniendo en valor un medio y una solución de movilidad”, añadió López. “Será cuando tenga que ser, pero pienso que será un éxito que sorprenderá incluso a los propios promotores de la idea”, aseveró el director general de TRAM.

Por su parte, Valdés destacó que la conexión de los autobuses que cruzan la Diagonal ya se ha diseñado para que “no tengan un incremento de su frecuencia en el caso de que pase un tranvía”. Del mismo modo que López, el director general de la ATM considera que la interconexión de la Diagonal “es una necesidad porque está incompleta la red del tranvía, igual que ocurre con la L9”, y que la previsión es que, de completarse, se produzca un aumento de la demanda”.

Integración y autobuses interurbanos

Más allá del tranvía, Valdés insistió en que es “muy importante” que se pueda integrar todo el sistema para dar respuesta a las necesidades de la sociedad. “No solo integración tarifaria, sino tecnológica, territorialmente e intermodalmente para favorecer las necesidades de toda aquella población que vive más allá del continuo urbano, que tiene más necesidades de transporte público y, en cambio, tiene una menor disponibilidad de medios de transporte a su abasto para poder hacer sus desplazamientos principales dentro del propio sistema”, dijo. Aunque se han dado ya muchos pasos en pro de esta integración, ambos responsables reconocieron que todavía hay que dar pasos que ayuden a andar hacia la mayor universalización posible del transporte público.

El responsable de la ATM sostuvo la necesidad de afrontar el reto que supone trabajar para mejorar las frecuencias y mantener precios asequibles para no dejar a nadie fuera del sistema. Un objetivo que debe tener en el foco a aquellas personas que viven más allá de la metrópolis y que por trabajo u otros asuntos deben desplazarse a Barcelona, pero también a aquellos originarios de otros lugares de Catalunya y que han venido a vivir al área de Barcelona, para que tampoco pierdan el contacto con sus poblaciones de origen.

“Prácticamente, todas las líneas de todos los operadores están aumentando los usuarios. Las que más, las de los autobuses interurbanos“, recordó Valdés, quien explicó también este es el medio “más flexible”, dado que, por ejemplo, una estación o trayecto de autobús “lo puedes cambiar rápido”. “Es una de las formas más dinámicas y ágiles para ser una herramienta de cohesión social, pero hacen falta más recursos que deben pagarse de algún lugar”, apuntó el director general de la ATM, quien insistió también en que la movilidad “no tiene sentido por sí misma”, sino que debe ser una herramienta que permita a los usuarios “llegar a un sitio en el que puedan desarrollar su vida”.

Bonificaciones

Durante la charla entre los tres protagonistas, el sistema tarifario y las bonificaciones al mismo también ocuparon buena parte del debate. Manuel Valdés puso en valor las bonificaciones: “Están muy bien, especialmente cuando se hacen a grupos que tienen necesidades especiales dentro del sistema”. Recordó que, actualmente, ya están bonificadas el 36% de todas las validaciones y esto es algo que “se debe poder mantener” y “se deben poder generar todos los recursos para que el sistema pueda funcionar bien”.

También Humberto López Vilalta hizo hincapié en estos aspectos y en la importancia de que la malla que tejen los distintos servicios de transporte público funciones correctamente para que no se transforme en una barrera física o mental para las personas que viven en la metrópolis. En esta línea, el director general del TRAM defendió que el aumento de la demanda que vive el trasporte público en el área de Barcelona es una respuesta indirecta de “la calidad del transporte que se ofrece”. “No lo decimos suficiente. Barcelona tiene uno de los mejores transportes públicos del mundo“, reivindicó Humberto pocos minutos antes de defender también que la expansión del tranvía puede suponer que lleve “más pasajeros que algunas líneas de metro y pasar a ser uno de los cinco más importantes de Europa”.

Aún así, Valdés apuntó también que, aunque las bonificaciones planas que han funcionado hasta ahora pueden tener un sentido después del covid, pero que, si no se pueden lograr todos los recursos para que el transporte público mantenga su calidad y siga creciendo por parte del sistema actual, “se deben poder ir reduciendo progresivamente“. “La bonificación global, las tarifas planas, serían una opción si las administracion tuviéramos suficientes recursos para dotar al sistema de todo lo que necesita”, remarcó Valdés, quien, para desgranar su opinión, destacó que no se puede obligar a que la gente use el transporte público, sino que “lo cogerán si es mejor”. “Tienes que mantener la calidad del viaje y para que el usuario lo elija, necesitas recursos [económicos], que pueden venir de las administraciones o del ‘tiqueting’. Si el ‘tiqueting’ lo empiezas a bonificar de forma generalizada las administraciones deben compensarlo”, mantiene el director general de la Autoritat del Transport Metropolità. Si no se puede compensar, es decir, si las administraciones no pueden aportar suficiente dinero para equilibrar las finanzas con lo que se deja de ingresar por la compra de billetes, “baja la capacidad adquisitiva del transporte público y la calidad baja”, concluyó Manuel Valdés.

Seguridad y percepción de seguridad en el trasporte público

Durante una mesa redonda sobre movilidad y cohesión urbana, Manuel Valdés y Humberto López coincidieron en que el transporte público de Barcelona y su conurbación es seguro y eficiente. Valdés destacó que “el número de siniestros es muy inferior al del vehículo privado” gracias a, entre otras cuestiones, “rutas fijas, profesionales” y el propio funcionamiento del sistema ferroviario.

Para Humberto López, uno de los grandes el gran retos está en la percepción de seguridad, especialmente entre las mujeres. “Queremos que nuestras usuarias sepan que no están solas”, afirmó. Del mismo modo, anunció campañas específicas y mejoras en la atención para situaciones de riesgo en el tranvía. “Hemos cambiado la iluminación para mejorar la percepción de seguridad”, explicó a modo de ejemplo.

Así, ambos insistieron en que la seguridad va más allá de los datos. “Es evidente que hay situaciones anómalas, como en el espacio público, pero el transporte público está más vigilado”, dijo el director general de la ATM. Por su parte, López concluyó que la clave es que “el entorno transmita confianza” para que toda la ciudadanía se sienta protegida en sus desplazamientos cotidianos y que también han puesto en marcha formaciones para que el personal del sistema de transporte sepa cómo actuar en casos donde un usuario les pida ayuda.

Fuente: Diario El Periódico (Barcelona)